Valerie Calderón
“Durante 17 años estuve trabajando en terapia intensiva de un hospital y me perdí momentos importantes de mi familia por estar al cuidado de mis pacientes, siempre trabajé con mucha vocación y ganas, no tuve faltas. Lamentablemente no toman en cuenta el servicio, y cuando decidí retirarme para dedicarme al comercio porque el sueldo no me alcanzaba, recibí menos de 10 dólares como liquidación”, contó María Gabriela López, enfermera.
Para colmo a ella le ha tocado asistir al centro de salud por complicaciones y ni siquiera ha recibido un buen trato. “Si no tienes un primo, amigo, vecino o algún contacto con la dirección no eres nadie, no te prestan atención”.
Contó que desde joven luchó para prepararse, porque sabe que la educación es el camino para salir de la pobreza, se graduó como licenciada en enfermería y continuó su carrera realizando especializaciones en distintas áreas.
“Nadie me va a quitar mis conocimientos y eso lo agradezco, estudié porque gracias a Dios pude y porque tenía muchas ganas de salir adelante, pero los sueldos que hoy en día percibimos los profesionales son muy bajos, ni hablar de quienes no pudieron estudiar”.
Luego de varios años de incertidumbre de si seguir trabajando o buscar otro empleo, decidió emprender con productos de limpieza en su hogar. “Me va bien, gano mucho más que en el hospital, pero de vez en cuando trabajo cuidando pacientes en sus hogares”.
López hizo un llamado al Ministerio de Salud para que tomen en cuenta no solo su situación sino la de miles del personal sanitario a nivel regional y nacional.
“Ya basta de que profesionales tengan que dejar sus puestos porque no les alcanza el sueldo para comer, ahora los necesitamos más que nunca con esta pandemia, y deben pagarles un sueldo suficiente”.