El trueque y algunos pagos móviles son los que están ayudando a quienes se ganan la vida como trabajadores informales, debido a que el efectivo se ha vuelto cada vez más escaso.
“Es raro que te pague en efectivo. Entiendo que no es fácil conseguirlo y los bancos solo abren durante la flexibilización, aunque de nada sirve porque igual dispensan poco dinero», dijo Daniel Moreno.
Agregó que todo esto ha hecho que «vendamos la mitad, o menos de lo que vendíamos antes. Tampoco podemos obtener un punto. No se lo dan a los vendedores ambulantes».
Moreno vende papelón con limón en la calle. Es su forma de «matar tigritos”, ya que trabaja en el Hospital El Niño y el Mar, ubicado en Catia la Mar.
“El sueldo no alcanza, por eso vendo en las calles. Tengo una familia que mantener. También he preparado jabón líquido, desinfectante y otras cosas para buscar un dinero extra”.
«Vendo más durante la radicalización»
Moreno aseguró que los días de flexibilización las ventas son bajas y cuando hay radicalización mejoran.
“Cuando es estricta las personas salen a la calle a comprar lo que necesitan y no dan tanta vuelta, mientras que con la flexibilización salen a pasear u otras cosas que no son esenciales y bajan las ventas”.RM/jd