Frente al Ministerio Público se apostaron trabajadores públicos para exigir la libertad de sindicalistas presos, como Emilio Negrín, y que se haga justicia con el instructivo «fantasma» de la Onapre, tras la decisión del TSJ de considerar que era inexistente.
La profesora Elsa Castillo, directivo de la FVM y de la Coalición Sindical nacional, expresó que si el instructivo Onapre no existía según el TSJ, «entonces ahora hay que llamarlo Gasparín porque es un fantasma que le ha pagado el salario incompleto a los trabajadores de la administración pública».
Dijo: «Nosotros no estamos locos o viviendo una realidad paralela para decir que nos pagan incompleto y que es mentira».
Declaró que el TSJ debió administrar justicia. «Si se nos está descontando un dinero, ellos debieron decidir a favor del débil jurídico que es el trabajador».
Reiteró que si se confía en el TSJ, entonces deberían otorgar justicia al trabajador venezolano porque existe el principio del indubio pro operario que es el principio que señala que en caso de duda se beneficia al trabajador.
El piquete de represión y hambre
Para el dirigente sindical de la Cancillería, José Patines, tras la presencia de un piquete de policías que impidió el avance de la marcha de los trabajadores en la esquina El Chorro, dijo que esta acción significaba lo mismo que el TSJ hizo con las decisiones en contra de los trabajadores tras las demandas por el instructivo de la Onapre.
«El gobierno es represión, obstrucción y hambre. Sigue dañando la economía del país y somete a los trabajadores a una bolsa de comida de mala calidad».
Refirió que el artículo 91 es claro en cuanto a igualar el salario con la canasta básica «y no tener a los trabajadores con un sueldo de 16 dólares».LL