* Denunciaron que no cuentan con materiales suficientes para atender las emergencias hospitalarias
Doriana León.- “¡Ya basta!”, dijeron este jueves los trabajadores del hospital Rafael Medina Jiménez de Pariata, quienes se mantienen en pie de lucha para reclamar el pago de la normativa laboral correspondiente al año 2015, el aumento salarial y el bono de alimentación decretado por el presidente Maduro en marzo, que hasta la fecha no se ha hecho efectivo.
Aseadoras, enfermeras, médicos, obreros y camilleros salieron desde tempranas horas de la mañana a la entrada del hospital con la consigna “Pariata unida jamás será vencida”. Se declararon en hora cero hasta que se cumpla con la adecuación de los sueldos y salarios.
El personal contratado manifestó su preocupación ante la falta de cargos fijos. “Estamos cansados de los contratos, queremos nuestros cargos. Vivimos en una constante zozobra, pues no sabemos en que momento nos podemos quedar sin empleo”, resaltaron unidos en una sola voz.
“Seguimos cobrando Bs. 4.300 quincenal y Bs. 7.900 en cestaticket. Queremos que el Gobernador vaya al mercado con este dinero a ver que puede traer. Tenemos salarios de hambre, ya no aguantamos más esta situación”, denunció la camarera Bertha Quintana.
Al año reciben un bono de uniformes de Bs. 650. “Eso es una burla, cuando hoy los más baratos están sobre los Bs. 10 mil”, dijo Delia Blanco.
María Hernández, cocinera del hospital, aseguró que el personal del Periférico se siente burlado. “Siempre vienen y nos prometen cosas que no cumplen, estamos en total abandono. Al personal de Manoa les llevan Mi Casa Bien Equipada, bolsas de comida, mientras que a nosotros lo que nos traen son engaños y falsas promesas”.
En la tarde, el personal se reunió con la directora del centro, Luz Estela Antolinez. Se prometió el pago de la deuda de la normativa en dos partes, una el último de mayo y otra en julio.
Resteados por mejoras justas
Bertha Quintana: No es posible que las camareras no tengamos detergente para limpiar el hospital. Nos dan cinco litros de Cloro para que lo rindamos durante un mes. Estamos en completo abandono, cobramos una miseria y trabajamos con las uñas
Michael Guanches: Cada vez que decretan un aumento salarial, a nosotros nos lo hacen efectivo de cinco a diez meses después, esto no puede seguir así. Yo soy camillero y tenemos serias deficiencias con las sillas de ruedas. Hay solo tres y en condiciones regulares
Orlando Requena: Aquí el hospital funciona porque nosotros trabajamos, pues hay muchos servicios que están abandonados. De cuatro ambulancias, solo funciona una y a todo riesgo porque el croche está dañado. Queremos que además nos tomen en cuenta para los beneficios laborales que gozan otros trabajadores de la Gobernación
Adriana Lara: El personal de enfermería trabaja con las uñas. No tenemos mascarillas ni gotas para nebulizar, no hay guantes pequeños y faltan muchas medicinas. Trabajamos por vocación porque los beneficios son mínimos, ya ni nuestros hijos gozan de póliza de seguro porque nos sacaron a los familiares del Sisvar
