Un clásico gastronómico indiscutible en Navidad es la famosa torta negra, tan popular que ya en la mayoría de las panaderías del estado se puede conseguir. La maceración o añejamiento de los frutos secos es uno de sus secretos.
Vilma Ruiz de Acosta la elabora desde el año 86 con una receta que ha ido de generación en generación. “La defino como una receta de abuelas que en diciembre no puede faltar. Tengo clientes que todos los años me la encargan y aseguran que es la mejor que han probado, y a través de ellos han ido llegando otros. Es una torta tradicional de Madeira, pero Venezuela la adoptó y cada quien la personalizó, todos tenemos ese secretico que la hace diferente”.
Señala que uno de sus toques especiales es colocarle una cucharada de cacao en polvo antes de llevarla al horno. Almendras, ciruelas pasas, pasitas negras, cerezas, frutas confitadas, nueces, vino, ron y brandy, harina leudante, azúcar blanca y morena, mantequilla (preferiblemente sin sal), huevos, leche y polvo de hornear son los ingredientes que se necesitan para elaborar este exquisito y tradicional postre.
“Las frutos secos pueden permanecer por largo tiempo en el licor, y mientras más tiempo pasen allí, más realzarán su sabor, pero también se puede hacer de forma directa sin macerar”.
Ruiz explica que debe batirse la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa, luego se le agrega las amarillas de los huevos y una cucharada de vainilla.
“Después se añade la harina alternando con la leche y todos los frutos secos picados, además de especies como canela, nuez moscada y clavo de olor. Posteriormente se agarran las claras de huevo, se colocan a punto de turrón y se incorporan a la mezcla, esta se vierte en un molde engrasado y enharinado y se lleva al horno al menos por dos horas”.
Se prepara un almíbar con dos cucharadas de limón, cinco de Nevazúcar y se adorna con guindas./LH/va