El bono de alimentación no se da abasto para cubrir los altos precios en los que se ofrecen los almuerzos para llevar. Sobre los 650 bolívares es el promedio de una comida, sin contar la bebida. Además de 50 bolívares por concepto de envase.
En estos establecimientos explican que deben lidiar con los aumentos semanales de los ingredientes y de paso zanquear proveedores en tiempos de escasez. Manuel Vielma, encargado de una lunchería en Maiquetía, explica que “nada más en hortalizas y verduras se gastan más de 50 mil bolívares por semana. Además en pollo y carne es una cantidad exorbitante, porque los proveedores nos venden el kilo sobre los 560 bolívares, en el caso del pollo. Con la carne, no vemos luz”. En algunos establecimientos han tenido que suprimir la carne del menú. MEM/jd