Galvis Guzmán.- Los seguidores de los Tiburones de La Guaira deben estar complacidos, indiferentemente del resultado que para el momento de hacer esta nota no teníamos a la mano (8-7 a la altura del 6to episodio a favor de los escualos).
La ofensiva salada respondió sumaban 22 imparables entre ambos partidos. Ante el Caracas, el pitcheo ayudó, con la excelente labor de Junior Guerra que es uno de los candidatos a “Pitcher del año”. Guerra hizo el trabajo que necesitó Bailey para tener disponibilidad y frescura en su bullpen. Situación que le dio la victoria a final 4-1, dándole la estocada final a los capitalinos, a quienes seguramente, sus fanáticos, no les debe haber caído bien que fueran los escualos, los autores de esta sentencia.
El segundo choque, previo al mismo, se tornaba difícil, no solo por el desgaste de jugar dos veces, sino porque se medían en su casa, ante su público, sin embargo el arranque de los salados fue feroz, produjeron carreras desde el propio primer episodio, llegando a tener ventaja de 7-1, pero nuevamente la debilidad que siempre han mostrado durante toda la campaña, el pitcheo de relevo, no pudo aguantar la ventaja y se acercaron 7-8.
No sabemos la conclusión pero cual haya sido, debemos felicitar a los Tiburones e igualmente a los cardenales , por el buen partido que protagonizaron, y que viva el beisbol .