Una línea de boyas formará una barrera flotante en el sector del Río Grande que limita con la ciudad fronteriza de Eagle Pass, Texas, y pudiera extenderse a otros sectores, anunció Greg Abbott, gobernador del estado.
La instalación comenzará con unos 300 metros de boyas que inicialmente podrían extenderse hasta crear una barrera de un kilómetro sobre el río.
“Podemos poner milla tras milla de estas boyas. Lo que nos permitirán hacer estas boyas es evitar que la gente llegue siquiera a la frontera”, apuntó Abbott durante una conferencia de prensa.
Aseguró que esta medida complementará otras de sus estrategias en la frontera, como el envío de la Guardia Nacional y la instalación de mallas de púas a lo largo de la línea del río.
Este primer despliegue de boyas le costó al estado cerca de 1 millón de dólares, según Abbott, que son parte de un presupuesto de 5.100 millones de dólares asignados por la legislatura de Texas para “asegurar la frontera”.
Ya comenzó la instalación de la barrera acuática, según las autoridades.
“Nadie tiene que estar cruzando entre los puertos de entrada. No queremos que nadie salga lastimado. De hecho, vamos a evitar que la gente se lastime y que la gente se ahogue. Y esta es una forma proactiva”, dijo Steven C. McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas.