Los venezolanos en Iquique, al norte de Chile, se han visto afectados por una serie de protestas en rechazo a los campamentos de venezolanos en plazas y playas de las ciudades.
Entre las diversas marchas que se registraron el fin de semana y que reunieron a unos 5.000 chilenos que exigían a las autoridades detener la entrada de migrantes a través de la frontera norte del país, un grupo de chilenos prendió fuego a las pertenencias de los migrantes venezolanos y arrojaron ropa y colchones en las fogatas en la calle.
“Con la marcha estábamos muy asustados porque no sabíamos lo que podía pasar”, dijo Nacary Mora, una migrante venezolana.
“Nos gritan ‘Vuelve a tu país. ¿Qué estás haciendo aquí?’. Nos gritan muchas cosas feas”, dijo Jaqueline Rojas, una venezolana en la ciudad. “Nos pone tristes, porque la verdad es que no somos todos iguales. Hay gente que viene a hacer cosas malas y otras que vienen a buscar trabajo. Yo me voy al sur a buscar trabajo, con mi hija y mi hermano”, expresó.
En Iquique, cientos de migrantes se habían instalado en tiendas de campaña en una plaza de la ciudad la semana pasada, mientras decidían su destino final. Sin embargo, en un operativo el viernes, la policía desalojó la plaza.
“Esto es mejor que estar en Venezuela. En Venezuela tienes tu casa, pero no tienes los medios para alimentar a tus hijos, vestirlos o darles una buena educación”, dijo la semana pasada Wendy González, líder de un campamento improvisado.
El gobierno ha expulsado a inmigrantes ilegales en un intento por desalentar la llegada de nuevas oleadas de familias.