** Un caucho tiene un precio de 35 mil bolívares
Damarins Díaz- La línea de taxis La Redoma de Maiquetía, ubicada en Plaza El Cónsul, cuenta con 12 vehículos, de los cuales cuatro están parados por falta de cauchos y baterías desde hace cinco meses, mientras que otro carro tiene dos años parado por falta de pistones.
Entre Bs. 30 mil y Bs. 35 mil cuesta un caucho para carros pequeños, lo que representa en inversión para un taxista de Bs. 140 mil, aproximadamente, para el reemplazo de los cuatro cauchos. Un kit de sello de caja automática cuesta Bs. 18 mil, mientras que una correa de los tiempo pasó de Bs. 500 a Bs. 5.000 en un año y medio, según los chóferes entrevistados.
Luego de no encontrar los pistones para su vehículo, Luis Martínez, quien se desempeña como taxista, indica que por falta de repuestos se vio obligado a tener un carro alquilado por el cual debe pagar Bs. 1.000 el día, dice que la dificultad para encontrarlos afecta el bolsillo, pues cuando aparecen se debe pagar la cantidad que sea porque no se sabe cuando vuelvan a llegar los repuestos.
Wilfredo Perdomo, también conductor, indica que actualmente se trabaja con repuestos de baja calidad, la mayoría de estos provenientes de Taiwan, destaca que los productos americanos suelen tener un mayor tiempo de duración y generalmente no presentan fallas.
Medidas de seguridad para circular
Como parte de la prevención de los taxistas, suelen ver bien el aspecto y la cara de la persona que solicita una carrera, pues han escuchado de compañeros que luego de hacer el traslado, llegando al sitio los roban. Por este motivo, evitan trasladar a personas con actitud sospechosa, alegando que prefieren perder una carrera que su vida o el carro, que es el medio para ganarse el sustento.
Trabajan en un horario comprendido entre las 6:00 am a las 6:30 pm para evitar que les agarre la noche, cuando hay mas probabilidades de ser robados.
Otros problemas
Estos taxistas fueron colocados frente a la plaza El Cónsul por la colaboración de Imvitracv, quienes otorgaron el espacio. Sin embargo, expresan que suelen tener problemas con las personas que también frecuentan la zona, pues anteriormente se estacionaban en el que es ahora su sitio de trabajo; aduaneros, usuarios del banco y comerciantes de la zona.
Alegan que deben respetar su espacio de trabajo y evitar atravesarse en la entrada y salida de donde se agrupan los carros, debido a que han perdido carreras por esta situación. /ep