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Tángana en el Bicentenario

Nayan Salas.- Embarazadas, tercera edad e incapacitados pasan las mismas necesidades que las demás personas en las incesantes colas del Abasto Bicentenario, donde miles son las quejas que se pueden escuchar y pocas las soluciones dadas por sus encargados.

Abuelas con bastones se ven obligadas a estar de pie por más de siete horas para lograr conseguir los pocos artículos que llegan al lugar.

Karina Tovar, denunció que mientras muchos pasan horas bajo el sol para poder entrar a las instalaciones, algunos trabajadores aprovechan para pasar “bajo cuerda” a sus familiares, amigos y conocidos.

“En estas colas se pueden observar demasiadas personas enfermas. Mi mamá no puede pasar tanto tiempo de pie y los funcionarios no hacen nada por darles prioridad a los necesitados, ellos no respetan nuestra presencia, dejando colar a quien quieran y cuando nos quejamos solo recibimos insultos y malos tratos”.

Otro de los reclamos es el supuesto irrespeto del método del terminal de cédula por parte de los funcionarios y compradores, aseguran que un grupo de personas alquilan sus cédulas o venden el número, desorganizando de esta manera todo el proceso.

“He llegado a las cinco de la mañana a hacer la cola, y cuando me toca pasar resulta que ya no queda nada porque pasan a las personas que no les corresponde, burlándose de los que madrugamos”, indicó Aida Laniba.

Aseguran que en el caso de los terminales en 7, 8 y 9 nunca pueden comprar completo, esto se debe a que abastecen de lunes a miércoles y ya los jueves son muy pocos los productos que se consiguen.

Mala organización provoca el caos en las colas

Al finalizar la tarde se presentaron varios altercados entre los usuarios y encargados del establecimiento, debido a que comenzaron a restringir el paso de los consumidores que estaban haciendo la cola desde el mediodía.

Luisana Masa, explicó que su trabajo no le permitió llegar temprano y después de la una de la tarde los encargados del supermercado no permitieron el paso de los demás usuarios.

Por su parte, Jesús Torres explicó que todo el problema se debe a la mala organización de la gerencia del Abasto Bicentenario, pues al retardar la compra perjudican al resto de los beneficiarios./NS/ar/Foto: José Arnal

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