Un grupo de militantes talibanes dispararon contra Toofan Omar, director de la emisora Paktia Ghag y funcionario de NAI, un grupo de derechos que apoya a los medios de comunicación independientes en Afganistán. «Omar fue asesinado por hombres armados no identificados… era liberal… nos atacan por trabajar de forma independiente», dijo Mujeeb Khelwatgar, director de NAI.
En julio pasado, el grupo informó que al menos 30 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación han sido asesinados, heridos o secuestrados por los talibanes este año.
En el sur de la provincia de Helmand, funcionarios del Estado informaron además este domingo que los talibanes habían secuestrado al periodista Nematullah Hemat en su casa de Lashkar Gul, capital de la provincia de Lashkar Gah, reseñó Deutsche Welle.
«No hay absolutamente ninguna pista de dónde se han llevado los talibanes a Hemat… Estamos realmente en estado de pánico», dijo Razwan Miakhel, director del canal de televisión privado Gharghasht TV, donde trabajaba Hemat.
Un portavoz de los talibanes dijo a Reuters que no tenía información sobre el asesinato en Kabul ni sobre el periodista secuestrado en Helmand.
En marzo los extremistas asesinaron a tiros a tres presentadoras de televisión en dos lugares diferentes de Jalalabad, la capital de la provincia de Nangarhar. Según los estrictos códigos de los talibanes, las mujeres no pueden educarse ni trabajar. Además no pueden enseñar su rostro, el cual deben cubrir por completo con una burka.
Una coalición de organizaciones de noticias afganas ha escrito al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a los líderes de la Cámara de Representantes, instándoles a que concedan visados especiales a los periodistas afganos y al personal de apoyo, especialmente traductores.
Los talibanes ya controlan seis ciudades del norte y amenazan con capturar más, intensificando una ofensiva contra las fuerzas gubernamentales afganas tras el anuncio de Washington de retirarse del país.
Se calcula que en su ofensiva han ejecutado a más de 900 personas, entre civiles y militares. Hace dos semanas habían hecho un llamado a los habitantes de las ciudades que intentaban tomar que se rindieran para evitar derramamiento de sangre.