Luis López – Dos jóvenes que residen en la parroquia Naiguatá, tienen cuatro años dedicados a cantar rap. Usan las unidades de transporte público para animar a los pasajeros. Empiezan con “Buenas… gracias por el saludo. No somos delincuentes, solo queremos cantarles el por qué de las colas”.
Por más de diez minutos interpretan estrofas. “Me levanto en la madrugada despertando con afán, para llegar a la cola y comprar harina Pan”.
Carlos Sandoval y Reinaldo Mendoza, dicen tener este arte para entretener a la gente, que a las vez los recompensa con aplausos y algo de dinero.
Sonrientes, los jóvenes agradecen el gesto y abordan otra unidad de transporte./ar