A través de una llamada telefónica, el canciller Jorge Arreaza y el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel, acordaron “promover los contactos diplomáticos entre las partes al más alto nivel, en el marco de una cooperación sincera y del respeto al Derecho Internacional”. Lo que dejó sin efecto la decisión de expulsar a la embajada en el país, Isabel Brilhante Pedrosa.
El 29 de junio el presidente Nicolás Maduro declaró persona non grata a la jefa de la Delegación de la Unión Europea en Caracas, y le daba 72 horas para abandonar el país, luego que la delegación europea emitiera sanciones contra 11 funcionarios del chavismo.
La República de Venezuela y el Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea elaboraron un comunicado conjunto, donde expresan su decisión de mantener el marco de las relaciones diplomáticas, la cooperación y el diálogo político.
En su cuenta de Twitter Arreaza escribió: “Tuvimos la oportunidad de intercambiar opiniones y expresar la molestia del pueblo venezolano y del Gobierno Bolivariano ante la permanente injerencia en los asuntos internos de Venezuela y emitir pretendidas sanciones que no tienen basamento legal”.
Señaló que los mecanismos de toma de decisiones de la Unión Europea son complejos, “son discusiones que deben darse en el seno de la Unión Europea. Venezuela espera que haya un gesto de recíproco que permita mejorar la relación”.