María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- Como justo y necesario, califica el economista Eugenio Escuela el recurrir a los préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para intentar bajar el índice de desabastecimiento que golpea fuerte a los venezolanos. Explica que la falta de recursos en el país es grave, a tal punto que sin ayuda no puede arrancar el aparato productor.
“Debemos ponernos serios, admitir la crisis y solicitar ayuda”, asegura, a la vez que expone que las soluciones implementadas no pueden resignarse a simples decretos de emergencia sin efecto positivo. Indica que el venezolano de a pie ha disminuido en más de 60% su calidad de vida y hasta sus porciones en el plato.
“Desde el Gobierno dicen que han importado alimentos como para tres países, pero eso no es lo que vemos en los anaqueles. Debe solicitarse esta ayuda, a la que se le ha dado larga por cuestiones personales e ideológicas que no vienen al caso”.
Con los préstamos de la República Popular China el Ejecutivo ha intentado sopesar la crisis, pero ha sido insuficiente. “Perdimos el crédito de los proveedores y con eso todo, porque no se ha pagado ninguna deuda. Ahora, si deciden ir al FMI deben acatar ciertas normas y ser responsables”.
Insiste en que la poca entrada de dólares que registra la nación es mal administrada, y prueba de ello son las largas colas. “Cómo se propone entonces activar unos motores si no hay con qué hacerlo. Así insistan en el sector primario, que es ganadería y agricultura, están de manos atadas, porque aquí no hay vacunas para el ganado, semillas, repuestos para tractores y pare de contar”.
Que se ponga en marcha la solicitud de los préstamos y que sea transparente y pública la administración de dichos recursos es lo que sugiere el economista, quien además resalta que “deben inyectarse esos dólares en proyectos, no perderse”.
Sin garantía de los bienes privados
Respecto a la extensión del Decreto de Emergencia Económica, sumado al Estado de Excepción, Escuela señala que “se trata de una treta para meterle miedo a Polar”, que además incrementa la incertidumbre y tensión en el pueblo.
“Si lo que quieren es intervenir o apropiarse de esta empresa, la misma gente saldrá a quejarse. Creo que a la fecha son miles las empresas quebradas en sus manos, y destinarlas al poder popular representaría resultados similares. Lo que quieren es presionar a Polar para que traiga los dólares que tiene en empresas de afuera”.
Aprovecha de aclarar que estos recursos que posee la empresa sí ha podido comprarlos sin inconvenientes, pues la mayoría de países no tiene limitaciones con la compra de dólares. “Solo en Venezuela, Cuba y Corea del Norte el gobierno controla el dinero. Estas sucursales en otros lados pueden comprar la materia prima sin problema, aquí no”. /MEM/ar