Lizmar Hernández llevaba 6 meses cuidando al adulto mayor, Cosme Villegas, quien señaló que la joven venezolana fue a trabajar el 30 de diciembre y hacia las 2:00 pm le solicitó un permiso para ausentarse una hora, pero al retrasarse reportó el caso ante las autoridades.
Los parientes se comunicaron con ella, de acuerdo con los registros telefónicos, el 29 de diciembre. En las redes sociales las últimas fotos son de ella y el tío compartiendo en un centro comercial.
El cuerpo de Lizmar fue reconocido por sus familiares en la Morgue Central de Lima, adonde fue llevada tras ser encontrada sin vida, horas después de desaparecer, en una quebrada de la localidad de Canta.
La muchacha presentó un impacto de bala en la cabeza. Debido a que no llevaba documentos, la policía de Perú reportó el cuerpo como NN, según un informe de las autoridades.
José Gregorio Farías confirmó que su sobrina desapareció después salir del departamento de un edificio de San Borja, donde trabajaba cuidando a un abuelo.
Asimismo, informó que la última vez que vio a Lizmar fue cuando la despidió en un tren de la Línea 1 del Metro de Lima, tras encontrarse con ella y unos amigos en un centro comercial de San Juan de Miraflores. Incluso, detalló que ella le confirmó que llegó bien a su centro de trabajo.
Lizmar llegó a Perú hace 8 meses. Dijeron que el responsable de la muerte sería una expareja que tuvo la criolla, que sabía los pasos y dónde laboraba.