Manuel Hernández estaba en el Hospital José María Vargas, como religiosamente está viniendo todas las semanas desde hace 10 meses, “esperando por la operación de mi hijo Yunior, quien en mayo de 2022 sufrió un accidente que le dejó gravemente afectado el tobillo derecho”.
“Ese día que tuvo la caída lo trajeron para acá, donde le colocaron una férula, pero al siguiente día le dieron de alta luego poniéndoles cita para que fuera dentro de 15 días”, explica este angustiado padre que desde mayo 2022, hasta ahora, asiste casi todas las semanas a acompañar a su hijo al hospital, esperando su pronta intervención para salvarle el tobillo.
Yunior Hernández afirma que le mandaron un mes de rehabilitación en el mismo centro.
Luego de la rehabilitación, y pasadas varias semanas, el médico tratante del caso le informó que debía operarse, por lo que le mandaron a realizarse los estudios preoperatorios correspondientes.
Hasta ahora no se le ha realizado la operación, a pesar de que le fueron hechos todos los estudios
referidos por el especialista. “Nos han cargado diciéndonos, ven dentro de 15 días o ven tal día, pero no se resuelve nada”.
Manuel explica que el caso de su hijo “ha empeorado debido a la falta de atención y respuesta clara por parte de los médicos tratantes”, además asegura que esto le ha dificultado a ambos continuar con sus labores diarias completamente.
“A mi hijo lo botaron del trabajo debido a todo esto y yo apenas puedo trabajar en la tarde y a veces en la noche”.
Piden una pronta ayuda por parte de este centro, ya que “siempre dan esperanzas, pero no terminan de solucionar y mi hijo puede sufrir problemas en ese pie para toda la vida. Él es un hombre joven y no es justo que le esté pasando esto. El director Bolívar, Terán, Suárez, ayuda por favor”.