** Los apartamentos fueron entregados con la cocina y baños a medias
Luisana Brito
A cinco años y seis meses de haber entregado los apartamentos del desarrollo habitacional Solymar, en Playa Grande, son muchas las fallas que reportan sus habitantes, por lo que están exigiendo la intervención de Vicepresidencia. Aseguran que las instituciones del estado han hecho caso omiso a sus problemas.
El urbanismo está compuesto por 5 torres, 74 apartamentos, 97 familias, 23 casos de hacinamiento, 191 adultos, 122 niños y adolescentes y 3 discapacitados, quienes en su mayoría requieren atención médica.
“Los apartamentos fueron entregados con la cocina sin terminar. Las paredes, techos y pisos ya tiene fracturas. Esto lo hemos denunciado desde el 19 de febrero de 2014. Nuestra calidad de vida es baja”, expresó Mirna Escobar, vocera del consejo comunal Nuestra Victoria 2012.
Los casos más puntuales son el apartamento 3, piso 4 de la torre 3 y en el apartamento 2, piso 4 de la torre 2. “Hemos presentado proyectos de seguridad y protección porque la mayoría de los niños viven en pisos altos y pedimos que nos coloquen rejas”.
Carecen de alumbrado público
Con soporte en mano, Escobar comprobó que han sido muchas las solicitudes llevadas a Corpoelec para que instalen alumbrado desde el Hotel Miramar hasta el Marriot, porque las calles permanecen a oscuras. También han requerido jornada de bombillos ahorradores.
“Fuimos fue el 6 de marzo de 2013, luego el 6 de enero de 2014, después el 20 de marzo de 2014 y por último el 17 de febrero de 2016. ¿Qué más quieren ellos que hagamos? Los robos con pistolas son todos los días y a toda hora. Se escabullen por el edificio porque es poco lo que se puede ver”.
Destacó que tampoco son beneficiados con las jornadas de Cantv. “No tenemos líneas telefónicas fijas. No llegan ayudas para comprar celulares ni computadoras. Quien no tenga celular se queda incomunicado”.
Niños sin cancha ni parque
Otra solicitud que hizo la vocera es que el Ministerio de Deporte gestione la construcción de una cancha múltiple y un parque biosaludable para la recreación y esparcimiento de niños y adultos, ya que están jugando en una pequeña área donde las barandas están oxidadas por la acción del salitre. Ya se han registrado accidentes.
“Hace poco estaba un niño de 7 años jugando fútbol y en un abrir y cerrar de ojos se había caído. Tuvo fractura en pie y mano. No queremos que esto vuelva a repetirse, por eso queremos que coloquen unas barandas nuevas y que no sean de metal”./jd