Los pocos rústicos que quedan en la troncal de Los Olivos de Catia la Mar “son puras chatarras rodantes”, expresaron los pasajeros.
Se quejaron de las tarifas que están en Bs. 3.000 y la carrerita en 25.000, las cuales deben ser pagadas en efectivo.
“Los transportistas cobran como mejor les parece. Entendemos que es por la situación, pero nosotros no podemos pagar esas cantidades”, señaló José Martínez.
El fiscal aseguró que los insumos no llegan y muchos deben remendar sus cauchos para poder trabajar, por lo que han tenido que aumentar el pasaje.RM/jd