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Solo cuatro buses trasladan ocho mil pasajeros de Carayaca

De 22 unidades solo quedaron 14 porque los conductores optaron por venderlas debido a los exorbitantes precios de los repuestos. El resto luchó hasta último momento, quedando operativos solo cuatros carros que trabajan a duras penas con chivas.

Freddy Rodríguez, directivo de la línea San José de Carayaca, explicó que los vehículos accidentados son por cauchos lisos y a pesar de haberle entregado un informe Imvitracv y a Fontur en diciembre declarándose en paro técnico, hasta la fecha no han sido atendidos con insumos.

“Por esa misma razón muchos socios decidieron vender y otros se fueron a la ruta Catia la Mar-Caribe, porque aseguran que los cauchos les duran más y sus ganancias son mayores”.

Señaló que a diario alrededor de 25 buses piratas son los que trasladan a los usuarios, porque cuatro carros no se dan abasto para trasladar a ocho mil pasajeros. Otras líneas, como la de La Esperanza, también está en crisis y nos encargamos de abordar a las personas cuando vamos bajando”.

Manifestó que a pesar de que las autoridades tienen conocimiento de la necesidad de cambiar los cauchos de los vehículos al menos cuatro veces al año por el tipo de vía, no prestan apoyo.

“Hemos ido las últimas semanas a Imvitracv y a Fontur y responden por escrito que solo tienen cauchos rin 13,14 y 15, que son para taxis. Los Yutong y los Iveco tienen más de un año sin llegar. Nos mantenemos a punta de chivas que no bajan de Bs. 200 mil y pueden durar un día, semanas o un mes”.

Denunció que la situación con los 16 reductores de velocidad desde el Almendrón hasta el Terminal también los tienen contra la pared. “Hemos solicitado la eliminación de al menos 70% de los policías acostados, que en su mayoría fueron creados por los mismos vecinos en zonas donde no son necesarios. Los carros se están dañando más por esa situación”.

Aseguró que desde hace un año no hacen guardia de 6:00 a 9:00 de la noche por la crisis y la inseguridad. “Estamos trabajando hasta las 6:00 de la tarde porque a la hora de quedarnos accidentados no tenemos un carro que pueda auxiliarnos. Además, en ese tiempo los amigos de lo ajeno aprovechan para hacer sus fechorías y robarnos a mano armada”. LC/jd

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