María Lourdes Arráez, mlalaverdad@gmail.com.- El Sistema Nacional de Ingreso discrimina a los estudiantes en función de su estatus socio-económico, y además tiene un carácter político, pues toma en cuenta un indicador de participación ciudadana que se mantiene en la oscuridad del conocimiento público. “Es un sistema que viola la libertad de los jóvenes de Venezuela para escoger la carrera de su agrado, al impedirles elegir dónde y qué quieren estudiar”, manifiesta el profesor Elvin Barreto, dirigente gremial de la Universidad Simón Bolívar (USB).
Destaca que sorprende cómo las recientes asignaciones de la Opsu privilegian a los bachilleres de bajo promedio, mientras que los bachilleres de altas calificaciones son marginados. “Nos parece que se premia la mediocridad y el esfuerzo insuficiente. El Ministerio debe ocuparse de atender a los bachilleres de bajos promedios a través de planes especiales de nivelación o propedéuticos desde las universidades”.
Rechazan sentencia del TSJ
Señala que los gremios de profesores y estudiantes de la USB se pronunciaron en defensa de la autonomía universitaria y en rechazo a la sentencia emitida por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia el pasado martes 7 de julio, en la cual ordena a las universidades a admitir a los estudiantes asignados por la Opsu, a través del nuevo Sistema Nacional de Ingreso.
“La sentencia del TSJ es inconstitucional en la medida que viola el artículo 109 de la Constitución, al despreciar la autonomía universitaria, ordenando cómo debe ser el sistema de admisión en todas las universidades venezolanas. Para el caso de la USB la prueba de admisión interna es el sistema de ingreso más justo e igualitario, pues no discrimina por estatus socio-económico o tinte político. Además de ser una intromisión de la Opsu en perjuicio de la autonomía de las universidades para reglamentar la admisión, se perjudican los esfuerzos y la dedicación de los excelentes estudiantes”./jd