Ronny Méndez
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Carretera en malas condiciones, filtraciones en la posada y lanchas varadas en la arena por falta de un muelle, son factores que juegan en contra de los prestadores de servicios de Las Salinas, parroquia Carayaca. Advierten que a los bañistas les queda poco espacio para instalarse en la playa debido a las lanchas.
A esto se le suma la falta de alumbrado. “El Gobernador nos dijo que nos iba a dar créditos a todos los trabajadores de esta playa, pero seguimos a la espera. Carecemos de toldos, sillas y un mejor lugar para resguardar nuestros implementos, ya que el que tenemos se filtra”, expresó Pedro Pérez.
Recalcó que durante los siete meses que no pudieron laborar, muchos se arriesgaron y debieron pagar multas. Cuando no llegaban bañistas se ponían a pescar, a ayudar a los pescadores de la zona y matar cualquier tigrito que les saliera.
Trabajan con las uñas
Los pocos recursos con los que cuentan se han visto afectados con el paso del tiempo y la imposibilidad de sustituirlos debido a los precios a los que los llevó la hiperinflación. Así está la posada que sirve para lugar de de encuentro para los pescadores y prestadores de servicios: Su estructura está en mal estado y ya ni los aires acondicionados le funcionan.
“La posada se nos cae a pedazos, no tenemos transporte suficiente para incentivar al turismo de la zona y cuando vienen se quieren ir corriendo porque no saben a qué hora llegará el próximo bus. El ambulatorio no cuenta con un médico que al menos venga los fines de semana cuando hay bañistas. Realmente es muy precaria a situación”, aseveró Pérez.
Destacó que los baños se han deteriorado, además que los amigos de lo ajeno se han llevado desde lavamanos hasta pocetas, por lo que pide materiales para reconstruirlos y dotarlos, además de mayor vigilancia policial nocturna en la zona.
Hizo hincapié en la necesidad que tienen los pescadores de un espacio que les sirva como centro de acopio y de un muelle para que las lanchas puedan atracar.RM/jd