Pocas ventas, días y horarios limitados, productos cada vez más costosos y pocos compradores son algunos de los problemas que confrontan las zapaterías y a diferencia de años pasados dudan de que puedan contratar personal por la próxima época navideña.
“Tratamos de ser optimistas para los meses que están por venir”, indicó la encargada de una zapatería en Maiquetía.
Por otro lado, Gabriel Lara, gerente de La Total, aseguró que “las ventas se han mantenido a pesar de las restricciones. Los clientes se llevan lo más baratos como cholas y sandalias, las cuales se consiguen desde los 2.5 dólares en adelante”.
Dijo que durante la radicalización, cuando no pudieron laborar, se mantuvo al personal con sueldo y cestatickets por encima del mínimo.
El calzado que se vende es para niños
Aunque en gran parte de las zapaterías los precios oscilan entre los 10 dólares y 3 que cuesta una sandalia sencilla, la situación ha hecho que en su mayoría los compradores se lleven solo para los muchachos.
Una compradora explicó que ella prefiere comprarle a sus hijos los zapatos escolares y los de deporte, que cualquier sandalia para ella. «Lo que resta es para los alimentos».
Ventas se ven afectadas por la luz
Los bajones de luz afectan a los comerciantes, quienes ya cuentan con pocas ventas. El hecho de que los puntos de ventas, al igual que los sistemas, caigan viene a empeorar su situación.
Por otro lado, los compradores esperarán los aguinaldos a ver qué se puede comprar. «No sé si den aguinaldos este año porque casi no se ha laborado. No podemos contar con mucho”, dijo Francis Mujica./jd