Beatriz Rodríguez, brlaverdad@gmail.com.- “El 12 de septiembre comenzará este trimestre con serias deficiencias presupuestarias que inciden en la prestación del servicio del comedor y de transporte, los cuales se verán restringidos por las deudas que mantiene nuestra casa de estudios con los concesionarios”, sostiene José Rolón, quien agrega que son 1.700 los estudiantes afectados.
Resalta que la situación se agrava cada vez más en la Universidad Simón Bolívar, donde los afectados son los estudiantes, quienes desde julio vienen lidiando con esta problemática. “No cuentan con la comida y muchas veces se han quedado sin transporte, tomando en cuenta que viven en zonas alejadas y deben pagar hasta tres pasajes”.
Indica que las autoridades universitarias están haciendo las gestiones pertinentes y esperan repuesta del Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología para solventar la crisis que también afecta a los profesores, al personal administrativo y obrero.
Debido a esto, la Dirección de Servicios del núcleo implementará, a partir del próximo lunes 12 de septiembre, un nuevo esquema en el transporte, dada la necesidad de suspender algunas paradas, por la deuda de los meses de mayo y junio, con las empresas concesionarias por Bs. 54.944.349.
La medida tiene como finalidad trasladar la mayor cantidad de usuarios en horarios claves. En la sede Litoral, las dos unidades de transporte que aún se mantienen operativas en la ruta urbana, se concentrarán en la ruta interna (entrada de la USB hacia la plaza techada).
En cuanto a Sartenejas, propone que las unidades que aún se mantienen operativas, se concentren en solo cuatro paradas: Coche, Baruta, La Paz y La Rinconada, lo que permitirá tener mayor frecuencia de viajes en menor tiempo de recorrido, ante la suspensión de las salidas desde Catia, Av. Sucre, Caricuao, La Vega, Chacaíto y El Valle.
Estudiantes defenderán sus derechos
Oliver González, estudiante de Turismo, explica que el nuevo trimestre empezará mal y desde ya se están organizando para tomar acciones, pues no es justo que el Gobierno se muestre tan mezquino con las universidades. “Para que nos asignen el presupuesto acorde con nuestras necesidades cuesta mucho. Esto se replica en todas las casas de estudios del país, porque a ellos les importa un bledo la educación”.
Resalta que comer en el cafetín cuesta más de Bs 1.200 y en la calle hasta Bs. 4.000. “Eso es lo que nos queda tras el cierre del comedor y como la mayoría no tiene para pagar la comida, le toca pasar hambre para poder recibir clases. Esto deja claro la poca importancia que el Gobierno de Nicolás Maduro le da a las universidades”.
Recuerda que en el trimestre pasado se presentaron episodios de algunos estudiantes desmayados por falta de alimentos. “Incluso, muchos profesores se han visto en la obligación de sacar dinero de sus bolsillos para darle un bocado a los alumnos”./jd