Siguen parados despachos de línea blanca

Desde mediados del 2014 el despacho de línea blanca se paralizó por falta de divisas. Las deudas con los proveedores son exorbitantes y optar por los créditos pasó a la historia. En las tiendas de lavadoras y neveras aseguran que lo poco que llega son colchones y electrodomésticos, con precios por las nubes.

Según cifras de la Asociación Nacional de Fabricantes y Distribuidores de Electrodomésticos (Anafade), durante el 2013 la inversión en el sector fue de 720 millones de dólares, y vino en picada para ubicarse a solo 2 millones para el año pasado, sin Subastas, Sicad ni Simadi, según la asociación.

“Los colchones llegan, pero con precios que superan los 40 mil bolívares. Hasta las almohadas están carísimas. Este sector depende al 100% de los dólares. Las ventas están pésimas y mantener nóminas es una angustia”, dice el encargado de una tienda en Catia la Mar.

La gente está reparando los electrodomésticos

Ante la escasez e inflación que ataca, los venezolanos han optado por resolver y reparar cualquier falla en lugar de sustituir los electrodomésticos. Así lo expresan los encargados de tiendas de reparación, donde la demanda ha incrementado considerablemente.

“Lo que más reparan son las licuadoras, y el precio del arreglo va desde 2.800 bolívares. El problema se presenta cuando no tenemos repuestos para atenderlos, que ocurre con regularidad. Generalmente los pedidos son contestados en no más de 30%, y la mayoría es con piezas genéricas, porque para las nacionales no hay materia prima”, explica Elías Bechara.

Indica que la escasez de cable también limita las reparaciones. “Dejamos de reparar batidoras, secadores de cabello, tostadoras y demás porque no se consiguen los materiales”. /MEM/ar

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