* Siguen esperando por un hogar digno
Desireé Castro.- Los malas condiciones en que se encuentran los siete ranchos del sector Perro Seco, en la parte alta de El Cardonal, mantienen angustiados a sus habitantes, pues temen que con las lluvias se les vengan abajo y se queden en la calle.
Explican los vecinos que Protección Civil ha declarado estas viviendas de alto riesgo, sin embargo, ellos no han querido salir. El consejo comunal del sector les ofreció ayuda con la misión Barrio Tricolor, pero no aceptaron porque no desean tener una fachada bonita, sino un hogar digno.
Debido a las lluvias que se han presentado en los últimos días, estas familias han tenido que salir de los ranchos varias veces, en espera de otra inspección por parte de Protección Civil, que no ha llegado al lugar porque les faltan unidades para trasladarse.
Seis años viviendo en las mismas condiciones
Jenny Herrera señala que “para acá vinieron Ivivar, Protección Civil y Recursos Humanos de la Gobernación. Nos han dicho que estamos en alto riesgo, pero todo queda allí. No han hecho algo por conseguirnos una vivienda mejor”.
Herrera vive con su esposo y dos hijas. Cada vez que llueve se inunda su casa pues el techo está muy deteriorado, el piso está agrietado y se ha ido deslizando debido al barro. En el baño, donde la pared está cediendo y no tiene electricidad, guarda dos pipotes pequeños con agua para cubrir todas sus necesidades.
“Aquí dentro de poco nos quedamos incomunicados porque hasta las escaleras para subir a la casa se están derrumbando con la lluvia. Necesitamos ayuda rápido”.
“Hacíamos necesidades en potes plásticos”
Johana Zambrano, con su esposo y sus seis hijos, decidió irse a vivir a un cuarto en casa de su suegro, donde duermen los ocho juntos, debido a las precarias condiciones en las que se encontraba en el sector Perro Seco.
“No teníamos agua ni cañerías, tampoco baño. Guardábamos potes de refrescos, donde hacíamos nuestras necesidades”, explicó Zambrano.
Explicó que el techo tuvieron que sostenerlo con palos para que no se viniera abajo; los peldaños de las escaleras para entrar a su casa se rompieron, por lo que representaba un riego para todos.
“Me cansé de ir a todos los entes. Hace poco llevé una carta a la Gobernación y me dijeron que fuera a Ivivar, pero para allá he ido muchas veces y no me dan respuesta. Tengo seis niños con edades entre 10 años y 11 meses, quienes merecen ser criados en un lugar digno”.
Una de sus paredes es el cerro
Otra vecina de este sector es María Bastidas, donde una de las paredes de su casa es el cerro, que cada vez que llueve se desliza y perjudica tanto sus muebles como el techo.
“Cada vez que llueve tenemos que salir. Ayer cuando comenzó a llover bajamos corriendo y me caí con mi hija. Ella tiene un problema en los huesos y yo tengo una prótesis biliar. Realmente necesitamos la ayuda”.
Aseguró que en la zona hay muchos alacranes y serpientes, por lo que viven con mucha precaución. “Un vecino nos regaló unos trozos de zinc para protegernos porque con unas piedras que se deslizaron con la lluvia, rompieron los que teníamos”.
Pagan Bs 1.500 por una hora de agua
En la zona no llega el agua por tuberías. Un vecino de la comunidad de San Telmo les pasa una manguera con agua del río y les cobra Bs. 1.500 la hora.
Tampoco tienen alumbrado, por lo que ellos mismos han construido postes en el camino. “Colocamos un bombillo en un árbol y otro más abajo, para cuando nos toque salir corriendo por lo menos ver por donde vamos”, declaró Herrera.
Hacen un llamado a Ivivar para que dejen de darles falsas esperanzas y hagan algo por su situación, antes de que ocurra una desgracia./jd