A Celso Hidalgo, socio de una de las líneas Caracas-La Guaira, le resulta contradictorio que si el Gobierno quiere acabar con el transporte privado por qué no termina de incorporar más buses de los rojos. Son los usuarios quienes pasan trabajo en esas colas que se forman y no consiguen servicio, «y las líneas privadas las que los movilizan».
«La gente lo sabe porque paga su pasaje cuando se monta en un bus y no es porque estamos especulando, sino porque el costo de la vida es tan alto que con la tarifa mínima aprobada nadie vive».
Reitera que hay más de 50 buses rojitos que incorporaron a varias y rutas y los han desviado para servicio especial y cobrando en dólares. De eso nadie dice nada, pero los usuarios son atendidos por las líneas privadas que acusan a diario de especuladores.
«Cómo hacemos cuando un caucho cuesta 200 dólares. ¿De dónde lo sacamos? No tenemos apoyo de ningún ente oficial».
Madrugar dos días
Hidalgo indica que pagan $20 por combustible y hay que madrugar dos días. «Hay que levantarse a las 3:00 pm para que te den un ticket y el otro día para que te vendan la gasolina. Es decir, sacrificas tu tiempo y esfuerzo en dos días para 80 litros de gasolina. Eso no es justo».LL/jd