Él era casado, con hijos, tenía un hogar estable, quien al llegar a su trabajo, como todos los días, se da cuenta de ella, la nueva empleada, a la que todos los compañeros de trabajo seguían con la mirada, embelesados, aturdidos por su atractiva presencia.
No había pasado mucho tiempo cuando él y ella estaban en una relación. Todo fue tan rápido y apasionante que él se fue a vivir con ella y su hija.
Así pasaron varios meses felices, y él encantado con la novedad de una vida diferente.
Pero, un día comienza a darse cuenta de su locura, de todo lo que dejó atrás: sus hijos, su mujer, su casa. Empezó a preocuparse, a recordar las advertencias y los ruegos de sus familiares, especialmente de su madre. Y es entonces cuando le dice a su nuevo amor:
-Debemos hablar…
-Dime tú, amor, le contesta ella con su dulzura habitual.
El hombre titubea: esta mujer siempre le trataba de una forma especial, tierna, distinta.
Pero, ya lo había pensado demasiado, estaba decidido, le había costado armarse de valor y no debía dar marcha atrás.
-Creo que lo mejor es separarnos. Yo… me voy por un tiempo… a casa de mis padres, le dice.
-Pero, ¿por qué?, ¿qué he hecho mal. Esto no es justo, le dice ella entre sollozos.
Se arma la gran discusión, se dicen cosas y ella ya resignada, humillada y ofendida, le grita.
-¡Si me dejas me la vas a pagar…!
Sin embargo, él trata de calmarla, le pide que lo comprenda, pero ella no puede comprender, no está en su esquema mental, tan bella ella, ser abandonada por un hombre. Entonces le pide:
-Quédate está noche y, no importa, mañana te vas, por favor.
Al otro día, cuando el hombre se levanta se da cuenta de que ella ya no está. Estaban solos en la casa él y la niña durmiendo en su habitación.
Empaca sus cosas rápido, sale y se va donde sus padres, como tenía planeado.
Esa misma noche, temprano, tocan la puerta de la casa de sus padres: Era la policía, que le informa que lo estaban buscando para detenerlo. Cuando intrigado pregunta el por qué?
-Por abuso sexual a una menor.
Y se lo llevan esposado, sin importar que a esa hora la menor ya había sido llevada a los entes encargados de determinar si estaba abusada sexualmente o no.
Él fue reseñado y presentado ante un tribunal, con tan solo la denuncia y lo que se llama “prueba anticipada”, que es una entrevista que le realizan a la menor suficiente para dictarle prisión preventiva, y a pesar de que la prueba a la niña había salido negativa, pues no había sido nunca abusada, allí comienza el infierno en la tierra para él…
Lo que está y no se ve: Artículo 239 del Código Penal … Cualquiera que denuncie a la autoridad judicial o a algún funcionario de instrucciones en un hecho punible, supuesto o imaginario, será castigado con prisión de 1 a 15 meses; al que simule los indicios de un hecho punible, de modo que dé lugar a un principio de instrucciones, se le impondrá la misma pena.
La pregunta es: ¿A cuántas personas se le ha detenido sin averiguar antes?, sin darse cuenta que solo están utilizando la acusación para bajos intereses personales de venganza, aprovechándose de que la administración de justicia toma como prueba el dicho, sin adminicular otro tipo de prueba.
Como sociedad debemos ser observadores y objetivos y entender que quien es acusado de abuso sexual, aunque al final se le compruebe su inocencia, siempre para la sociedad será “El Monstruo”.
No me cansaré de escribir que debemos despertar ante lo grave de todo lo que abarca este tema y lo que corroe al entorno familiar. Hay que buscar herramientas y técnicas para llegar a la verdad y hacer justicia, rescatando a su vez los valores, la integridad y el amor a la familia, evitando las tentaciones, los riesgos que pueden convertirse en una amarga pesadilla.
«Lo que ha sido creído por todos siempre y en todas partes, tiene todas las posibilidades de ser falso”, escribió Paul Valéry.
Lic. Francis Prieto