Aunado al salario de miseria que devengan los educadores del estado, el servicio integral de salud se encuentra en precarias condiciones y ni el Ipasme ni el Sistema Integral de Salud de Vargas (Sisvar) están funcionando.
Según contó el profesor William Hernández, el que se enferma sufre, pues no podrá costear el pago de consultas, exámenes y medicinas, al no contar con las instituciones de protección social a los docentes, que antes sí funcionaban.
«Los trabajadores de la educación no contamos con Seguridad Social por parte del Ipasme, donde ahora no funciona ninguna de las especialidades médicas».
Odontología y laboratorio son un caos total
Acudir al Sisvar es «morir en el intento», pues los servicios de consultas, exámenes de laboratorio, estudios especiales como rayos X, eco y tomografía son deficientes y duran hasta 2 semanas para atenderte.
«Hay que cumplir con todo un protocolo: conseguir la cita en el centro médico, luego acudir al edificio de Manoa en Maiquetía para hacer la solicitud de la clave de acceso y eso tarda bastante», aseveró el educador. /HB