También anunciaron la implementación de una tasa de cambio flotante, entre el dólar y el peso cubano.
Desde el 12 de marzo de 1962, el gobierno cubano, por decreto presidencial anunció la creación temporal de la libreta de abastecimiento con la finalidad de «asegurar a cada persona la dieta mínima disponible». Pero con el pasar de los años se le conoce popularmente como «libreta de racionamiento», en la isla caribeña.
Con ella, es como se han distribuido durante décadas los subsidios a la canasta básica. Aunque en otras ocasiones han prometido su eliminación, la revolución que estuvo liderada por Fidel Castro, próxima a cumplir 66 años en el poder el 1 de enero de 2025, con el presidente Miguel Díaz-Canel al mando, tratará que de ahora en adelante cada cubano pague lo que cuesta importar los productos en dólares y los gastos de distribución, desde los puertos hasta las más de 11 mil bodegas en ese país.
Durante una intervención del primer ministro Manuel Marrero Cruz, ante la Asamblea Nacional de Cuba, ratificó que la política de eliminar subsidios a productos de la libreta “no tiene marcha atrás”.
Precisó además que “lo iremos implementando poco a poco, producto a producto, pero es un camino que no tiene marcha atrás”, esgrimiendo además que «se buscan mecanismos como este para liberar la carga que tienen con el presupuesto y el gasto de más de dos mil millones de dólares anuales en la compra de alimentos importados».
Marrero reconoció que el proceso será complejo debido a su impacto en la población, pero prometió que los subsidios se reorientarán hacia las personas. Para ello, determinarán los parámetros para considerar a una persona vulnerable y sea merecedora de un subsidio.
En otras ocasiones, algunos funcionarios gubernamentales han expresado que todo aquel que tenga familia en el extranjero no será considerado vulnerables, pues es deber de la familia ayudarlo y no puede ser una carga para el Estado.
El anuncio forma parte de un plan gubernamental aprobado hace un año para corregir distorsiones económicas y reimpulsar la economía nacional. Sin embargo, Marrero admitió que los resultados del plan han sido insuficientes, causando frustración entre la ciudadanía.
“Estamos insatisfechos porque no se ha avanzado lo necesario”, declaró el primer ministro, quien describió las medidas económicas como decisiones difíciles pero necesarias.
Algunos expertos señalan que esta medida podría dejar a una gran cantidad de familias en Cuba sin la posibilidad de acceder a productos de primera necesidad, como el arroz, el pan, los huevos y el azúcar, que por el alto precio que tienen en la isla, se volvería prácticamente inaccesibles.
La inflación en Cuba ha experimentado un incremento significativo en los últimos años, afectando directamente el poder adquisitivo de la población. Según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), al cierre del 2024 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó cercano al 30%.
El salario mínimo de Cuba es de solo 2.100 pesos cubanos (CUP) mensuales (87,85), y la pensión mínima es mucho menor: 1.528 CUP ($63,92).
Dolarización en Cuba
Están preocupados además porque han perdido el control en una de sus mayores fuentes de ingreso, como lo son las remesas. Por esto anunciaron la implementación de una tasa de cambio flotante, entre el dólar y el peso cubano.
“Va a salir del banco con una tasa al día, va a hacer sus operaciones, esto va a estimular que las personas se sientan atraídos y con más confianza a ir a vender sus divisas al sistema bancario”, dijo Marrero.
Con información del Periódico Cubano y Univisión