«Ser médico exige mucha ética y voluntad»
Valerie Calderón
“Quise estudiar medicina desde la infancia, me llamaba mucho la atención, quizá porque en ese momento en mi familia había varios pacientes crónicos”, indicó el doctor Henry Rodríguez, médico cirujano pediatra.
Cuenta que cuando se graduó de bachiller la universidad estaba cerrada por problemas y luego hubo dificultades con el ingreso a medicina. “Se crearon movimientos estudiantiles para exigir que se abriera la escuela, lo logramos”. No fue un camino fácil, pero la meta fue lograda.
“Jamás aspiré ejercer un cargo administrativo en el sector salud, pero casi desde que me gradué lo estoy haciendo”, porque apenas terminó su rural en Naiguatá, Henry Rodríguez fue designado director allí mismo, y comenzó sus pasos hacia el postgrado de cirugía pediátrica.
«Lo que más me gusta de la medicina es ver a mis pacientes mejorarse. Siempre trato de profundizar en lo que sienten, en comprender sus problemas, para luego hacer lo posible por su salud.
Añadió que considera que todas las personas son importantes sea cual sea el área en la que se desempeñen, “médicos a su lugar, maestros a su lugar, periodistas a su lugar, todos somos importantes, la idea es hacer el trabajo bien, y para eso hay que prepararse, hay que formarse… hasta para ser políticos”.
El motor de su vida definitivamente es su familia, ellos impulsan todas sus acciones, “mi esposa, mis hijos, mis padres y mi hermano, me motivan cada día”.
“Para dar salud debemos estar sanos”
Por otro lado, comentó que la pandemia ha cambiado todos los hábitos y las metodologías de trabajo, además de que se les ha hecho cuesta arriba contar con los equipos de protección estrictamente necesarios, “a veces tenemos que trabajar un poco más de lo que podemos, estamos cortos de personal porque se han retirado o están de reposo”.
Según cifras de la Federación Médica Venezolana, más del 52% de los médicos se han ido del país, “siempre tratamos de estar en contacto con nuestros colegas que están en otras fronteras, los que nos quedamos hacemos trabajamos más tiempo, redoblamos el esfuerzo, para ofrecer la mejor atención posible, pese a las dificultades hospitalarias”.
Este cirujano pediatra que ama su profesión y la ejerce con devoción, alienta a los estudiantes a seguir adelante a pesar de las adversidades. “Esta carrera nunca ha sido fácil, y con tantos obstáculos es cuesta arriba, pero es superable, prepárense bien, no es una carrera comercial, pero es muy hermosa, gratificante, y exige mucha ética y voluntad”.
Considera que los médicos son solo los que transmiten una información para que el paciente se cure. “Nosotros les damos las herramientas para que logren su bienestar físico, social y mental; no curamos con las manos, curamos con la buena información”.