La discusión entre siete hermanos y su padre, Sergio Rojas, para llegar a un acuerdo sobre la herencia de una propiedad que se encuentra a nombre de la esposa, quien falleció hace ocho años, terminó en violencia intrafamiliar, pues el padre recibió golpes en el rostro por parte de su hija mayor, Zoraida Rojas, y de su nieta Yoandri Loyo.
El agredido explicó que Zoraida es la única en oponerse a vender la propiedad, por lo que “manifestaba una actitud agresiva al insultar a todos sus hermanos, y cuando le pedí que se controlara y dejara las groserías, me golpeó en el ojo derecho y en el rostro en repetidas ocasiones”.
Sergio narra que casi cae por unas escaleras después de recibir los golpes que lo tumbaron al suelo. “Cuando caí, su hija Yoandri se me tiró encima y me rasguñó el otro ojo y parte del cuerpo. Si no es por uno de mis hijos quien me la quitó de encima, hubiese sido peor la golpiza”.
Denuncia no procedió por no estar detenida la supuesta agresora
A primera hora del siguiente día, los hermanos llevaron al padre a la Fiscalía para denunciar a la supuesta agresora. Desde las oficinas del Ministerio Público le dieron una orden para que Medicatura Forense le realizara un estudio y así conocer el estado de Sergio Rojas.
Cuando llegan, los funcionarios le notifican que no pueden cumplir con el procedimiento médico porque la supuesta agresora no ha sido detenida. El señor Rojas y sus hijos deciden dirigirse hasta la Policía de Vargas a notificar el hecho para que se proceda con la denuncia.
Hasta el cierre de la edición, se conoció que las supuestas agresoras no habían sido detenidas, pero uno de los hermanos sacó las pertenencias de las dos mujeres de la propiedad, informaron familiares./jd