“Todos los miembros de una familia de una u otra manera se verán afectados por los feminicidios porque son muertes violentas e imprevistas que no solo causan la tristeza normal por la pérdida de un ser querido, sino angustia y malestar emocional”, expresó el psicólogo Erbis Busto.
Manifestó que son las últimas consecuencias de un proceso de violencia ejercida por un perpetrador contra su víctima.
Por eso se habla que es multifactorial, pues en algunos países puede ser cultural como en el Medio Oriente, mientras que en otros es causado por problemas económicos y sociales.
“El proyecto de vida de muchas familias se ve completamente deteriorado, llevándolo a modificar los roles que tenían cada uno. Sentimientos como indefensión y aislamiento se manifiestan por la desconfianza hacia el sistema, por ejemplo en lo social o jurídico. Incluso puede aparecer la culpa con preguntas como: qué podría haber hecho para que esto no sucediera”.
Dijo que cada vez son más frecuentes los casos de feminicidios, esto por la falta de mecanismos de control y por la imagen que se tiene de la mujer como objeto para ejercer sobre ella el poder.
A esto se suman el uso de las armas y el consumo del alcohol. El especialista comentó que al femicida después de ocurrido el hecho. Sin embargo, hay señales que nos alerta que estamos ante un posible agresor, aunque esto no necesariamente conduzca a cometer un femenicidio.
Solo a quedarse en violencia de género. “Si eres víctima de violencia física o psicológica, o notas que eres manipulada y haces cosas que te causan malestar. Si ves que esa persona desconfía de ti y de todo el mundo, ejerce control sobre lo que haces o cómo te viste. Pero, lo más importante si notas ataque repentino de ira o celos son signos de un feminicida”.
Implementar proyecto de protección
El psicólogo Busto recomienda que desde el hogar y las escuelas se promueva el respeto a las mujeres, también herramientas que permitan controlar y manejar las emociones.
Además practicar sana autoestima que permita a las mujeres apartarse de este tipo de relaciones y eliminar la estigmatización hacia las personas que reconocen que tienen un problema de salud mental y deciden buscar ayuda psicológica.
Pide implementar proyectos que permitan a las mujeres víctimas de violencia salir de ese círculo, porque en muchas de las consultas ha detectado que por no tener cómo mantener a sus hijos, permanecen en esas relaciones violentas, las cuales pueden desencadenar en feminicidios.
Un femicidio consumado cada 44 horas y uno en grado de frustración cada 26 horas han ocurrido este año de acuerdo a la información de la ONG Utopix, recopilada de los medios de comunicación.