Una ola de calor sin precedentes ha azotado a Brasil, impulsando a los ciudadanos de Río de Janeiro y São Paulo a buscar consuelo en las playas y parques ante temperaturas récord. En el oeste de Río, la sensación térmica escaló a los 61 grados centígrados este fin de semana, sobrepasando el récord de noviembre de 59.7 ºC, un hito desde que el Sistema Alerta Rio inició sus mediciones en 2014.
Las emblemáticas playas de Ipanema y Copacabana se encontraron repletas de gente intentando huir del intenso calor, mientras que las autoridades emitían recomendaciones para manejar las altas temperaturas. El Parque Nacional de Tijuca, una reserva natural en el corazón de la ciudad, se transformó en un santuario para aquellos buscando un alivio.
En São Paulo, los parques y plazas se vieron igualmente inundados de personas tratando de evadir el calor agobiante. Los termómetros mostraban temperaturas entre 37 y 38 ºC en la mayoría de la metrópoli, con posibilidades de alcanzar los 42 ºC, de acuerdo a Alerta Rio.
Lluvias extremas en el sur de Brasil
Mientras tanto, en el sur del país, lluvias extremas han causado estragos y se anticipa que persistirán durante la semana entrante, según reportes de las autoridades. En ciertas áreas del estado sureño de Río Grande do Sul, se han registrado lluvias de hasta 300 milímetros, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra.
Por otro lado, meteorólogos expertos advierten que la semana venidera presentará alto riesgo para el Centro-Sur de Brasil, con la llegada de un frente frío severo que traerá consigo precipitaciones torrenciales y potenciales vendavales. Los fenómenos extremos y la volatilidad climática, según los científicos, son consecuencia del cambio climático y la intensificación del fenómeno de El Niño.
Además, el estado de Río Grande do Sul, que en febrero experimentó temperaturas extremas debido a una “cúpula de calor extremo” originada en Argentina, ahora enfrenta un escenario sin precedentes de lluvias torrenciales. La alcaldía de Uruguaiana ha difundido imágenes impactantes de calles anegadas y autobuses sumergidos, indicando que se esperan hasta 500 mm de lluvia en la región, según pronósticos de Metsul.