Todo lo acontecido a lo largo de la campaña electoral con el desempeño abusivo; miserable; ventajista en grado sumo, y cobarde en cuanto a los ataques y sabotajes para impedir las giras de María Corina Machado, y el candidato Edmundo González Urrutia, produjeron el efecto contrario.
Al malestar de la gente común frente a los repetidos atropellos, se sumó la indignación que supone soportar 25 años de humillaciones; de pérdida de derechos; de tristeza por el familiar que ha emigrado a otras tierras para buscar el sustento que no encuentra en su tierra; soportando actos de xenofobia; discriminación, entre otros sinsabores.
Dejamos constancia de que en el pasado reciente hemos sido críticos de actuaciones de Ma. Corina Machado por considerarlas contrarias al interés nacional. Nos opusimos abiertamente al llamado abstencionista, fuente del mayor error antipolítico que permitió que tanto a Chávez, como a usted, se les regalara todo el poder institucional para ser utilizado de manera cruel y antinacional, como ha quedado demostrado.
Pero hoy tenemos que reconocer que corrigiendo su error, y soportando todo tipo de agresiones, incluso físicas, se echó la campaña sobre sus hombros; ha expiado sus culpas con creces. La inhabilitaron injusta y arbitrariamente para impedirle ser candidata presidencial, y lo soportó. Apoyó a otros candidatos también vetados por ustedes, hasta que aceptaron al diplomático Edmundo González Urrutia, quien con su talante democrático, y conciliador alcanzó la simpatía, y solidaridad del venezolano de a pie que vio en él la figura de la reconciliación de todos.
Para hacer un símil con el boxeo que tanto nos gusta como deporte, podemos decir que ustedes (Peso Pesado) escogieron el contendor que les convenía (EGU peso pluma); polarizaron con él para disminuir y desaparecer a los otros contendores; pero además de haberlo impuesto, le vendaron los ojos, y amarraron un brazo a la espalda para garantizarse una victoria aplastante, y aún así, el tipo les metió un knock out fulminante. Y ahora, derrotados como están, quieren arrebatar un triunfo abrumador a través de un árbitro mediocre como Amoroso, que ni siquiera sabe sumar. Una chapuza olímpica!
Todos sus anuncios posteriores lo meten en un lodazal lamentable: soltar a las fuerzas militares, y policiales para agredir a la ciudadanía que con justa indignación protesta. Nosotros también repudiamos actos vandálicos, pero no justificamos la represión y el asesinato de inocentes; la operación tun tun, lo cual, comporta violación de los derechos humanos fundamentales.
La creación de una página confidencial en las redes para desarrollar un cuerpo infinito de sapos, y chivatos para denunciar cualquier cosa, y que les sirva a ustedes para desatar en su desesperación una cacería de brujas, es fascismo. Y como si todo ello no bastara, se va usted al TSJ sin ser agraviado, y sin que se le haya violado ningún derecho, para poner a la institución a su servicio. Pena ajena.
Siempre nos hemos cuidado –por razones académicas- de hacer la distinción entre autoritarismo y dictadura, pero es obvio que con la conducta de su gobierno, ya no es posible diferenciar. Se convirtieron en una dictadura sin atenuantes.
Sugerimos pensarlo bien, Presidente. Si en 25 años solo han dejado ruina; miseria; dolor; migraciones masivas; una economía desastrosa; acabaron con la gallina de los huevos de oro (PDVSA); dejaron que sus amigos estafaran 23 mil millones que no aparecen, y encima no cumplen con los acuerdos internacionales que suscriben (Catar; Noruega; México, y Barbados), creen merecer 6 años más de gobierno.
No hay manera de que luego de tantos años al frente del poder, con el control absoluto de las instituciones del Estado, y disponiendo a plenitud de todos los recursos de la nación sin que puedan exhibir un solo rédito socioeconómico, y por el contrario ruinas por doquier, se les pueda confiar el destino del país.
Señor Presidente Maduro, las Actas que tienen Edmundo González Urrutia, y Ma. Corina Machado, son las mismas que tiene usted. No le dé más vueltas, exhíbalas. Piense en su esposa; sus hijos; sus nietos. Piense en el país. Saludos cordiales.
@romanibarra