El comercio mundial de carne de tiburón y raya tiene un valor de 2.600 millones de dólares, indicó el nuevo estudio publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés). Ecuador, Uruguay, Perú, Panamá, Argentina y Brasil aparecen como exportadores e importadores de toneladas de carne de tiburón y de rayas. El mercado de estos animales principalmente está en Europa y Asia.
Aunque las aletas de tiburón son generalmente mucho más caras que la carne de tiburón, y el comercio mundial de aletas ha recibido mucha más atención hasta la fecha, el comercio mundial de carne de tiburón y raya es en realidad mayor que el comercio de aletas, tanto en volumen como en valor, según los datos de la WWF.
En la actualidad, el 36% de las más de 1.200 especies conocidas de tiburones y rayas se encuentran en peligro de extinción. Sin embargo, la sobrepesca de estos animales no se detiene. Por ese motivo, los tiburones y las rayas están en crisis a nivel mundial. Cada año mueren hasta 100 millones de estos animales en pesquerías de todo tipo, y algunas poblaciones han disminuido en más del 95%.
El estudio muestra que, en la última década, las rutas comerciales donde se movieron los mayores volúmenes de carne de tiburón han sido de Uruguay a Brasil, de Portugal a España, de España a Italia, Portugal y Brasil, y de Ecuador a Perú.
Sin embargo, los puentes comerciales más importantes de la red de carne de tiburón han sido entre Japón, Portugal, Reino Unido y España, Japón y Panamá, y China y Japón. Esto demuestra que la Unión Europea, exportaciones e importaciones representan alrededor del 22% del comercio mundial total de carne de tiburón, se ha establecido como el principal proveedor de los mercados del sudeste y este de Asia.
Argentina como exportador y Corea del Sur como importador dominan el mercado mundial de la carne de raya. Estados Unidos y Brasil también son proveedores importantes del mercado surcoreano.
En cuanto al comercio de carne de rayas, Argentina aparece como el principal exportador del mundo con un volumen de 81.600 toneladas cuya estimación comercial asciende a más de $ 221 millones. El flujo comercial más importante a nivel mundial es el que tiene Argentina como exportador a Corea del Sur con más de 67.000 toneladas valoradas en más de $ 195 millones.
En el ranking de exportadores de carne de tiburón, Uruguay ocupa el tercer lugar a nivel mundial con más de 72.800 toneladas exportadas con un valor de USD. 177.9 millones. España y Portugal, que ocupan el primer y segundo lugar respectivamente, rebasan las 100.000 toneladas de exportación. En cuanto a las importaciones, Brasil es el número 1 del mundo con más de 149.000 toneladas recibidas.
Sobre los flujos máximos entre comerciantes, Uruguay como exportador y Brasil como importador encabezan la lista con más de 71.000 toneladas comercializadas, con una valoración de $ 174.3 millones.
El sexto lugar es para Ecuador como exportador y Perú como importador con más de 21.100 toneladas. Aunque Panamá es uno de los puentes comerciales más importantes para la carne de tiburón de la última década, no aparece en el ranking, por lo que el estudio no presenta datos sobre el volumen y valor de comercialización de esta especie.
Aunque el estudio no define si la pesca y comercialización de la carne de estos animales es legal o ilegal, sí se refiere a que la sobrepesca de estas especies ha causado un declive en sus poblaciones: “La sobrepesca debida a la falta de regulación y/o medidas de gestión adecuadas para capturas dirigidas y no dirigidas es la mayor amenaza para las especies de tiburones y rayas”, se escribe en el informe.
Por ejemplo, en mayo de 2020, llegó a China un cargamento de 26 toneladas de aletas de tiburón provenientes de Ecuador, sin embargo no hay datos sobre si los animales fueron capturados cerca de Galápagos o en aguas continentales.
Lo anterior repercute en la insostenibilidad de los productos de tiburones y rayas –carne y aletas– en el comercio internacional, lo que “oscurece los datos y obstaculiza aún más las medidas que se necesitan con urgencia para que la pesca y el comercio sean sostenibles”. La WWF ya ha advertido que la pesca incidental, es decir no selectiva e indiscriminada, es una de las amenazas ambientales más preocupantes en la actualidad. Según los datos de la WWF se calcula que la pesca incidental alcanza al menos las 38.5 millones de toneladas anuales, lo que representa el 40.4% del valor global de pesca.