Seis de cada 10 universidades no tienen laboratorios que funcionen
El Observatorio de Universidades (OBU) alertó que las universidades venezolanas enfrentan un deterioro alarmante en su infraestructura y una falta de financiamiento crítico. El sociólogo, profesor universitario y director del OBU, Carlos Meléndez, afirmó que la situación que pone en riesgo la calidad de la educación superior en el país.
El OBU, que monitorea a través de su herramienta “Monitor OBU” las denuncias y la conflictividad social en 39 instituciones de educación superior, ha detectado un aumento del 79 % en los daños a la infraestructura en abril, en comparación con marzo, y un incremento de más del 30 % en lo registrado en todo 2024, citó Unión Radio.
“Esto sucede porque las universidades acumulan más de diez años sin poder hacer un mantenimiento estructural a su planta física”, explicó Meléndez, refiriéndose a problemas como “desprendimiento de techos y paredes, colapso de las cloacas, problemas en la electricidad, problemas en la transmisión de líneas en edificios completos”.
La situación es crítica en todas las áreas. “El 85 % de los baños de todo el sistema de educación superior no funciona, el 91 % no tienen acceso a agua todos los días y el 86 % no tienen electricidad continua”, revela Meléndez.
Además, “seis de cada diez universitarios en Venezuela no tienen laboratorios que funcionen de calidad y de manera regular y tampoco bibliotecas especializadas”.
Esto impacta la investigación y la docencia: “El 49 % de nuestros docentes tienen cinco años o más sin publicar artículos científicos, ocho de cada diez no hacen proyectos de investigación y lo que está funcionando es la docencia pero con afectaciones”.
La falta de financiamiento es otro factor crítico. “Algunas universidades denunciaron en 2024 que recibieron el 0.09%, ni el 1% de los gastos necesarios para el funcionamiento”, señala Meléndez.
Esto limita las acciones a “garantizar jornadas de limpiezas generales”, mientras que la situación en el interior del país es aún más precaria, con infraestructuras que no reciben ningún tipo de apoyo.
Meléndez también observó “importantes desigualdades» en el tratamiento, destacando la intervención de la Universidad Central de Venezuela a través de una comisión presidencial que afectó su autonomía, y la casi desaparición del «Plan Universidad Bella”, lanzado en 2021.