Conindustria estima que sin sanciones la producción petrolera llegaría 1.035.000 bpd en 2024, un aumento de 44,4% en comparación con 2023. Igualmente esperan alianzas estratégicas con privados para rescatar el sector eléctrico.
En este sentido, Conindustria proyecta que Venezuela podría llegar a producir 1.035.000 barriles de petróleo por día durante el próximo año, un aumento de 44,4% del bombeo de crudo que conduciría a un promedio de exportaciones petroleras de 942.000 barriles diarios, que representarían un alza de 31,7% frente al dato que maneja el gremio para este ejercicio.
En consecuencia, el ingreso petrolero venezolano escalaría a 25.783 millones de dólares en 2024, un incremento de 56,7% frente a la estimación de 16.541 millones de dólares que estima Conindustria que PDVSA generaría este año.
El sector industrial valora casi que en consenso como positivo el levantamiento de sanciones, por parte de Estados Unidos, con un apoyo de 98%, según la Encuesta de Coyuntura Industrial de Conindustria correspondiente al tercer trimestre del año.
Para Luigi Pisella, presidente del gremio industrial, se abre un panorama optimista para la economía a raíz de este cambio de estrategia, por parte de Washington. “Ahora Venezuela podrá vender petróleo en sus mercados naturales y sin descuentos. Además, es importante que se haya habilitado al Banco Central de Venezuela para recibir esas divisas, lo que tendrá un impacto importante en el mercado cambiario”, dijo el máximo dirigente del gremio manufacturero.
Otro elemento que Pisella rescató es que se podrán invertir 1.200 millones de dólares en mejorar el funcionamiento de la infraestructura eléctrica del país, “con la participación de un organismo multilateral que va a supervisar el uso de estos fondos”.
Hizo referencia al fondo humanitario que había sido acordado en las reuniones de México entre una delegación del gobierno del presidente Nicolás Maduro y un sector de la oposición venezolana, pero que no ha sido liberado.
Este fondo de alrededor de 3.000 millones de dólares debe destinarse a iniciativas que efectivamente mejoren la calidad de vida de la población.
Por otra parte, Pisella hizo referencia a una propuesta de alianzas estratégicas para que el sector privado participe en el sector eléctrico nacional, pero no aportó más detalles debido a que se está evaluando.
Los datos de la encuesta indican que 93,7% de las empresas industriales dependen en mayor o menor grado del suministro del Sistema Eléctrico Nacional (SEN); sin embargo, 78,9% de las compañías encuestadas tiene instaladas plantas eléctricas que funcionan con gasolina o gasoil.
“Este también es un problema, porque tenemos un suministro de combustible muy limitado”, señaló Pisella al margen.
Esta situación ha originado que 9% de las empresas industriales opte por plantas eléctricas que funcionan con gas natural