En su segunda semana de flexibilización, las ferreterías están trabajando con el inventario a tope, puesto que han recibido mercancía nueva y han sacado la vieja que no se han podido comercializar durante el tiempo de confinamiento. Lo malo es que no se vende ninguna de las dos.
“Las ventas han estado bajas. Esperamos que mejoren gradualmente, pero el confinamiento ha hecho que se nos quede mucha mercancía fría”, dijo un vendedor.
“Tenemos inventario de principios de año y las personas no tienen como prioridad la construcción ni reparación en sus casas, por lo que muchos estamos planteando hacer ofertas en algunos productos”.
Por otro lado, dijo que siguen aplicando estrictas medidas para la prevención del coronavirus, por lo que han optado atender en la puerta, restringiendo el acceso a los clientes, quienes piden desde afuera lo que van a llevar y allí mismo les cobran.RM/jd