“Las nuevas medidas tomadas contra los comerciantes informales no ayudan en nada, porque solo generan más incertidumbre, si no tienes una política coherente eso no. Lo más correcto en este caso era llevarse a estos comerciantes al mercado de Punta de Mulatos, y no al Mercado Cacique de Maiquetía, eso lo que genera es desconfianza ¿quién invierte en un país así?”, dijo la ex presidenta de Consecomercio, Cipriana Ramos.
Expresó que hay muchos comerciantes del Cacique, que han invertido en bloques, cerámicas y otros implementos en ese mercado que no se sabe si se lo reconocerán.
País polarizado
Con el crecimiento de espacios como bodegones que llenan sus anaqueles con productos importados, se patentiza que país se encuentra polarizado: En un lado están quienes tienen mucho dinero en dólares y por el otro los que no tienen nada, ni bolívares, porque no hay efectivo.
“El que tiene familiares en el extranjero recibe pocos dólares en remesas diezmadas por la pandemia que dejó a millones de venezolanos sin empleo y en el extranjero, muchos en la calle porque no tenían ahorros para pagar la vivienda o comprar comida”.
Indicó que ni el 10% de la población tiene el dinero necesario para comprar en bodegones que cotizan en dólares sus productos, “mientras que el resto solo vive con algunos dólares de remesas, de entre 20 y 50 dólares, y de bonos del gobierno que oscilan entre 6 y 7 millones de bolívares, es decir un máximo de 4 dólares con 50 centavos”.
Aumentó la oferta
Según Ramos, la oferta en comparación con hace dos años, aumentó en los comercios, lo que ha bajado son los consumidores. “También ha caído la venta de ropa, calzados, y pese hay emprendimientos dedicados a la comida, también está a la baja el consumo de alimentos lo cual se nota en la cara y contextura de la gente”, destacó la dirigente empresarial.