Rodolfo Ruiz
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Fallas de peso, descompensaciones, estrés, deudas y muchos sin empleo debido a los retardos son algunas de las consecuencias que ha traído la falta de transporte.
Muchos terminan por caminar hasta sus destinos, que consisten en grandes trecho a diario, a veces sin comer, “pues he observado como la gente se recuesta de las paredes para no caer desmayada”, expresa Olimpia Madrid,
Afirma que el transporte de la ruta urbana Catia la Mar-Caribe está descontrolada desde el inicio de 2019. “Ha incrementado la cantidad de personas caminando”.
Resalta que los usuarios están pidiendo prestado para poder tener efectivo, pues el sueldo en Bs. 150.000 no es suficiente para el pasaje “y mucho menos para comer”.
“Veo cada mes a los pensionados que se desmayan porque han tenido que caminar hasta los bancos, ya que el convenio de exoneración no existe ni para los discapacitados ni para los estudiantes”.
Jhonny Suárez lamenta que la pensión solo le alcance para pagar el pasaje de 20 días y que termine endeudándose porque “evito caminar por problemas de salud. Anteriormente lo hacía y perdí la mitad de mi peso porque no estoy bien alimentado, como es habitual en Venezuela”.
Resalta que es necesario que abastezcan la ruta urbana con más buses. “Porque es un verdadero problema ir a estudiar y trabajar”./jd