Para la psicóloga María Reyes, “la medida de confinamiento por la pandemia de Covid-19, fue eliminada hace 2 años, sin embargo, los casos de abuso y violencia intrafamiliar siguen apareciendo, incluso ahora en mayor medida, quizás porque las víctimas han decidido relatar y denunciar estos hechos, que no solo les afectan físicamente, sino que les deja una cicatriz emocional para toda la vida”, expresó.
Destaca que el Ministerio Público ha realizado campañas en contra de este delito, invitando a los ciudadanos a denunciar y no callar este tipo de hechos.
“También los medios de comunicación como el Diario La Verdad, han difundido la necesidad de afrontar estos hechos denunciando y exigiendo que haya soluciones para prevenirlos”, expresó la profesional.
De acuerdo con las estadísticas del informe Índice Fuera de las Sombras, Venezuela se ubica en el puesto 8 de los países con las mejores medidas de prevención de Latinoamérica, siendo una de las más bajas del continente.
¿Hay funcionarios preparados para atender estas denuncias?
“En este momento, tenemos debilidad de atención y abordaje de las víctimas de abuso infantil, sobre todo en el tema de enfermedades de transmisión sexual.
Hace falta una mejor formación en los funcionarios y funcionarias que se encargan de atender estos casos, expresó la doctora María Reyes.
Permanece tranquilo. El saber que su niño ha sido abusado puede provocar fuertes emociones, pero si usted se molesta, enoja, o pierde el control, esto hará más difícil que su hijo siga hablando de lo que le ocurrió. Es fundamental que usted le asegure que él o ella no tiene la culpa de lo que le sucedió.
Elogie a su niño por ser valiente y por contarle del abuso. Proteja a su niño manteniéndolo alejado del abusador e informando inmediatamente a las autoridades. Obtenga ayuda.
Además de obtener atención médica para enfrentar cualquier lesión física que su niño pueda haber sufrido (incluyendo enfermedades de transmisión sexual), es importante que su hijo tenga oportunidad para hablar con un profesional de salud mental que se especialice en abuso infantil.
Se ha demostrado que la terapia es efectiva en la reducción de angustia en las familias y los efectos del abuso sexual en los niños. Asegúrele a su niño que usted lo quiere, lo acepta y que él es un miembro importante de la familia.
No haga promesas que no pueda cumplir (como decirle que no le va a contar a nadie del abuso) pero dígale a su niño que usted hará todo lo que esté en su poder para protegerlo de un mayor daño.
Algunos niños que revelan el abuso “se retractan” más tarde, pero esto no significa que estaban mintiendo, pues intentar “retractarse”, también conocido como retractación, es común entre los niños que revelan el abuso sexual.
La mayoría de los niños que se retractan estaban diciendo la verdad, cuando originalmente revelaron el abuso, pero puede ser que después tengan sentimientos encontrados sobre su abusador y sobre lo que ha ocurrido como resultado de la divulgación.
Tenga en cuenta que algunos niños son obligados por el abusador a jurar mantener el abuso en secreto, y al retractarse están tratando de proteger ese juramento.
Algunos niños pueden tener dificultad en aceptar que el abuso sexual ocurrió y pueden presentar mecanismos de negación.
En algunas familias, el niño es presionado a retractarse porque la divulgación ha perturbado las relaciones familiares. Un retraso en el proceso judicial del abusador también puede llevar al niño a retractarse para evitar más estrés al continuar la participación en el proceso legal.
Hay un porcentaje muy pequeño de niños que se retractan por haber hecho una declaración falsa.