Por tres bolsitas de 900 gramos de detergente en polvo se armó la sampablera en un establecimiento chino ubicado en La Atlántida. Desde bien temprano se empezó a hacer la cola, que terminó en tángana, pues el desespero de muchos los obligó a comprar entre empujones y gritos.
Lo que más tarde se convirtió en una olla de amas de casa agitadas, no lo pudieron controlar ni los cuerpos de seguridad. Los consumidores denuncian que aunque los despachos están llegando, todo se lo llevan los bachaqueros, quienes a punta de navaja y clavos amedrentan hasta a los uniformados.
Otros señalaron someterse a este peligroso hábito, para comprar al precio justo y no tener que pagar hasta 350 bolívares a los revendedores por tan solo una de estas bolsas. /MEM/ar