«No tenemos para pagar cisternas aquí en Santa Eduvigis, Urimare. Debemos agarrar agua de lluvia para abstenernos», expresa Jessika Bracamonte, quien manifiesta que las autoridades lo que hacen es «puro, abrir negocios y no terminan de resolver la problemática del agua. Esto es insólito».
Denuncia que desde hace dos semanas “no nos llega ni un poquito. Estamos cansados de cargar agua, no solamente soy yo, sino niños, adultos mayores y padres de familias. Hasta cuándo vamos a estar sin el servicio. Necesitamos que las autoridades se aboquen a este problema».
Por Celmaris Martínez