¿Qué hacer con el campo corto? Dicha interrogante ha atormentado a los Padres por gran parte de la última década.
En el 2016, San Diego firmó al torpedero cubano Alexei Ramírez por un año con una opción para el 2017, con la esperanza de que el veterano fuera la solución a corto plazo hasta que los prospectos del club estuviesen listo para competir por el rol.
No resultó. Para finales de agosto, Ramírez había sido sustituido por el venezolano Luis Sardiñas, de 23 años de edad, a quien San Diego había adquirido ese mismo mes en un canje con los Marineros.
Sardiñas tuvo apenas 120 visitas al plato, pero impresionó en poco tiempo, bateando .287. Defensivamente, brilló en algunos momentos, pero tuvo bastante dificultad con las jugadas de rutina y a la hora de evitar que avanzaran los corredores.
En parte, eso era de esperarse de un jugador joven encargado de una de las posiciones más importantes del diamante. Para Sardiñas, era la primera vez que recibía tiempo de juego con regularidad en sus tres campañas como grandeliga.
«Lo principal es el enfoque», dijo el criollo el mes pasado. «Cuando juegas todos los días, hay mucha información a tu alcance. Poder traerlo todos los días, y poder ejecutar y estar enfocado todos los días es lo principal. El próximo año, si ganó la competencia por esa posición, me va a tocar dar el siguiente paso».
Ahora mismo, Sardiñas es la única opción viable para el campo corto en el roster de 40 jugadores de los Padres. El gerente general de San Diego, A.J. Preller, reconoció que al club le gustaría agregar a otro torpedero.
«Tenemos muchachos que creemos van a ser buenos. Pero en cuanto al corto plazo se refiere, el próximo año, estamos tratando de reforzarnos», dijo Preller.
Sin samba
Por primera vez en cuatro años, Sardiñas no está jugando en el béisbol invernal de Venezuela. En lugar de ello, los Padres le pidieron al oriundo de Bolivar que se enfoque en su fortaleza y agilidad este invierno, al igual que en el juego de pies en el campo corto.
Sardiñas tiene previsto hacer justo eso. Luego de jugar por cuatro equipos de Grandes Ligas, incluyendo Texas, Milwaukee y Seattle, no está dispuesto a desperdiciar la oportunidad de jugar a diario en San Diego.
«Estoy bien agradecido por la oportunidad, primero que nada, de tener ese chance con este equipo. De ahí, es cuestión de buscar la forma de jugar a diario y asegurarme de que no sea por un año, sino por muchos años.