La relación entre Cuba y EEUU depende de los países “salvadores” de la isla, particularmente de Venezuela, no del próximo ocupante de la Casa Blanca, aseguró John Kavulich, presidente de la entidad privada Consejo Comercial y Económico cubano-estadounidense. “Cuanto menos pidan los salvadores que Cuba haga para mejorar su economía y su sociedad, menos Cuba querrá comprometerse o volver a comprometerse con Estados Unidos», manifiesta.
Para el experto, la suerte de la relación de ambas naciones a partir de 2021 no depende de un segundo mandato del republicano Donald Trump ni de un primero del demócrata Joe Biden, que se enfrentarán en las presidenciales el próximo 3 de noviembre. Kavulich precisa que “los salvadores tradicionales, Rusia y particularmente China ya no están disponibles“.
Sobre Venezuela considera que las presiones de Trump al gobierno de Nicolás Maduro “han tenido más impacto en Cuba” que las que ha ejercido directamente sobre el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reseñó la agencia EFE.
Si Trump gana la reelección, Díaz-Canel tendrá que desarrollar e implementar una estrategia para sobrevivir hasta el 20 de enero de 2025 o una para negociar, “y eso significará la transición de su dependencia sobre el petróleo de Venezuela».
Kavulich considera que “las políticas de la administración Trump, directa e indirectamente, hacia Cuba han sido efectivas”.
En ese sentido detalla que “la mayoría de los cambios comerciales, económicos y políticos que la administración de Díaz-Canel ha introducido y luego implementado se han debido a la interrupción en las entregas de productos energéticos de Venezuela a Cuba y la disminución del apoyo financiero de Venezuela a Cuba».
Agrega que son cambios, como “la fusión de las monedas y alentar a los exportadores autónomos», que el Gobierno de La Habana “preferiría no hacer” si no fuera por las presiones externas.
Por otro lado, considera que las restricciones del gobierno republicano de EE.UU. a las remesas, los viajes y la actividad diplomática “son significativas”, pero señala que “irónicamente” han llevado a que Cuba se vuelva “más eficiente, más elástica en la forma en que administra su economía”.