Luis López
«Es imposible trabajar según lo que está en Gaceta desde hace meses, por lo que los choferes ajustan la tarifa de acuerdo al movimiento del bolívar con respecto al dólar. «Hasta ahora las autoridades evaden sentarse con el gremio de choferes y por eso no se logra ajustarla a un precio único» afirmó Miguel Peraza, directivo de la linea Caracas-Los Caracas.
Dijo que cada vez que el dólar da un mínimo salto todo los precios de los insumos se disparan y para mantenerse hay que aumentar la tarifa de lo contrario estarían más arruinados.
Informó que hasta 180 buses están trabajando en la ruta, porque en la bomba de Gato Negro ha mejorado el suministro de los 80 litros de gasoil para el transporte de la Caracas-La Guaira, lo cual es positivo y se agradece.
El mordisco en Calle Los Baños
El periodista consultó a otros conductores y algunos coincidieron en que ante el hecho de las tarifas no autorizadas los policías aplican un modus operandi de sancionarlos con multa o trabajo social, a lo todos le huyen y entonces ofrecen una alternativa: Le lanzan su mordisco en efectivo, en transferencia y hasta por trueque.
Tarifa playera deja a varado a más de un bañista
Aunque la disponibilidad de buses para retornar a Caracas era notoria la tarde del domingo, algunos bañistas se quedaban varados por ser grupos de hasta diez personas sin capacidad para pagar un dólar.
En Bahía de Los Niños un grupo llevaban esperando 2 horas porque los buses venían con gente parada desde El Caribe y recogían pasajeros en la vía con la tarifa dolarizada.
Victor Díaz vino desde El Valle, Caracas, con 10 acompañantes. «Bajamos desde Gato Negro pagando 2 dólares cada uno y ahora subiendo un dólar. Los buses full y para irse parado están pidiendo un dólar. Se paga por un buen servicio y no a usureros que ven a los bañistas como si les están haciendo un favor al llevarlos a Caracas».
Esta actitud de algunos transportistas atenta contra las familias humildes que tienen derecho a distraerse sanamente y disponer de dinero para un mínimo de comida y líquidos.
Otras personas en la parada insistieron en que vino mucha gente a la playa, pero el transporte sigue siendo una limitante, pues no hay autoridad que los controle. «Una multa a la que no le hacen caso o un cobro en efectivo para seguir la ruta. Hasta ahí llegan los correctivos».LL