“Además de la difícil situación política, social y sanitaria presente en todas nuestra actividades, estamos sometidos por quienes regentan el poder dictando Decretos de Alarmas Nacionales y Regionales y a una discrecionalidad del funcionario policial y militar”, manifiesta Rusvel Gutiérrez, presidente de la Cámara de Comerciantes Industriales y Aduaneros del estado Vargas (Caduainco).
Indica que algunos sectores que son calificados como estratégicos y deben permanecer en continua operación son víctima de sanciones, y sus empleados son impedidos llegar a la hora de trabajo por la aptitud de quienes regentan el servicio de seguridad en todos los perímetros de la ciudad.
“Pareciera que estamos en un estado de sitio con alcabalas y peajes que lejos de contribuir al sector productivo enloquecen a sus trabajadores, industriales y comerciante, donde impera para ellos la discrecionalidad del jefe de turno. Esto trae como consecuencia una inseguridad de seguir prestando un servicio, que podamos contribuir con nuestros empleados y con la necesidad de una población que ve todos los días mermado los productos en la calle por muchos factores”.
Señala que al panorama ahora se adosa el combustible, “no se puede prestar un servicio cuando la gasolina es hasta de mala calidad y atenta contra el buen funcionamiento de la unidad, dañarse cuesta mucho”.
Denuncia que el venezolano se las ve negras para sobrevivir, pues su salario integral es de 800 mil y la canasta básica ronda los 70 Millones, “podemos concluir que los venezolanos trabajamos como unos esclavos”. MLA