El presidente ruso Vladimir Putin destacó que las conversaciones con su hómologo estadounidense Joe Biden en la primera cumbre entre ambos mandatarios fueron positivas y que buscarán «abrir un diálogo sobre ciberseguridad».
«Las conversaciones fueron absolutamente constructivas» dijo Putin en Ginebra tras la reunión de tres horas y media.
Asimismo, Rusia y Estados Unidos volverán a mandar embajadores a sus respectivas capitales. «Regresarán a su lugar de trabajo. Cuándo exactamente es una cuestión puramente técnica», dijo.
Igualmente, podría haber «compromisos» entre Washington y Moscú para un intercambio de prisioneros, reveló.
Biden indicó poco después que el tono de la cumbre con Putin fue «bueno y positivo», pero aseguró que le advirtió sobre cualquier injerencia en las elecciones estadounidenses.
«Le dije claramente que no toleraríamos los intentos de violación de nuestra soberanía democrática o de desestabilización de nuestras elecciones democráticas y que responderíamos».
Aseguró que su homólogo ruso no busca una nueva Guerra Fría con Estados Unidos. «Creo que lo último que quiere ahora es eso».
Además, advirtió a Putin que «algunas infraestructuras cruciales» deben quedar al margen de ciberataques, los cuales se ha determinado son ejecutados desde suelo ruso. «Le di una lista» de 16 entidades que «van del sector de la energía hasta nuestros sistemas de distribución de agua».
Putin dejó entrever que se habló de la posibilidad de crear un grupo de expertos sobre ciberseguridad, no solo negó tajante que Moscú haya tenido algo que ver en la serie de ataques informáticos contra la Administración estadounidense e infraestructuras clave sino que apuntó que Rusia también sufría amenazas cibernéticas desde Washington. “Hay que dejar de hacer insinuaciones, sentarte y empezar a trabajar en el nivel de los expertos”.
Oposición y Navalni
El presidente ruso reconoció que Biden planteó la situación de los derechos humanos en Rusia y la represión a la oposición, pero en respuesta acusó a Estados Unidos de apoyar a grupos opositores para debilitar su gobierno.
Insistió en que EEUU no puede dar lecciones sobre derechos humanos por asuntos como las guerras de Irán y Afganistán y la prisión de Guantánamo. Destacó también las protestas contra el racismo y los disturbios del año pasado y el asalto al Capitolio del 6 de enero, reseñó El Mundo.
Biden por su parte enfatizó que los derechos humanos están “en el ADN” de su agenda, y ha insistido en que la agenda de Washington no es “contra Rusia” sino “para defender los intereses del pueblo de los Estados Unidos”.
Reiteró su rechazo a la detención del lider opositor Alexei Navalni y advirtió que si este muere en prisión “las consecuencias para Rusia serán desvastadoras”.