Acusada de una cascada de trampas y de dopaje institucional, Rusia fue excluida por dos años de las grandes competiciones internacionales por haber violado las reglas antidopaje, incluidas dos ediciones de los Juegos Olímpicos, anunció el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
En Tokio (2021, juegos de verano) y Pekín (2022, juegos de invierno), los deportistas rusos que demuestren que nunca recurrieron al dopaje solo podrán competir bajo bandera neutra, reseñó Deustsche Welle.
Rusia podrá regresar a unas Olimpiadas en París 2024, contrariamente a lo que reclamaba la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que defendía una suspensión de cuatro años.
Después de cuatro días de audiencia a puerta cerrada a principios de noviembre, los tres jueces designados por el TAS en Lausana emitieron su veredicto en una sentencia de más de 180 páginas, una decisión sin precedentes en la historia de la justicia deportiva.
Fundada en 1999 seguidamente al escándalo Festina en el ciclismo, la AMA realizó un vasto esfuerzo en la investigación y se jugaba su credibilidad en un momento en el que Estados Unidos amenaza con cortar las ayudas y acaba de adoptar una ley que le permite liderar su propia cruzada mundial contra el dopaje.
Por último, el Comité Olímpico Internacional (COI) y las Federaciones esperaban del TAS directivas claras, a siete meses de los Juegos de Tokio, para evitar la incertidumbre y los vaivenes de los últimos años en el caso ruso.
Justo antes de los Juegos de Rio en 2016, la AMA recomendó una exclusión de los deportistas rusos que fue rechazada por el COI, mientras que a unos días del inicio de los Juegos de Invierno de Pyeongchang en 2018, el TAS exculpó a 28 deportistas rusos suspendidos de por vida por el COI.